El presidente Raúl Castro reconoció este mes la crisis y alertó al país que vienen tiempos duros, mientras tomó medidas a favor del ahorro energético y la contención del gasto de divisas, además de sustituir al ministro de Economía y Planificación, Marino Murillo, por Ricardo Cabrisas, un veterano y eficaz negociador de las áreas de comercio exterior y las relaciones financieras.
A principios del mes de Julio, Castro y el entonces aún ministro Murillo insistieron en que el programa de ajustes diseñado para enfrentar la falta de liquidez financiera y el desabastecimiento petrolero que ha provocado Venezuela, afectará “lo menos posible” a los 11,2 millones de habitantes del país.
Pero ya son numerosas las quejas por los imprevistos cortes de energía eléctrica y el desabastecimiento.
“Por ahora no vendrá un nuevo período especial, pero sí es muy probable que la economía entre en una recesión, es decir, que decrezca el producto interno bruto (PIB) y obviamente ello tendrá un impacto negativo en el consumo y el nivel de vida de los cubanos”, consideró a IPS desde Colombia el economista cubano Pável Vidal.
Durante la grave recesión que siguió a la extinción de la Unión Soviética y desaparición del campo socialista, a inicios de la década de los 90, Cuba perdió el suministro petrolero proveniente de Moscú y sus principales mercados.
Los apagones pasaron a llamarse popularmente “alumbrones” por su frecuencia.